Enero se llama así por el dios Jano y que se representa con dos caras, el espíritu de las puertas y del principio y el final.
La leyenda dice que fue en el año 713 a.C. cuando se añadieron los años de enero y febrero para completar el año lunar de 355 días.
Fue a principios del siglo XVI cuando los reinos europeos comenzaron a establecer el 1 de enero como el día de año nuevo ya que hasta entonces era el 1 de marzo.
Enero deriva del latín ianuarius, janeiro, janero y de ahí a enero.
Jano es el dios de las puertas, según los romanos aseguraba buenos finales y custodiaba el universo.
Yo he dibujado dos mujeres:
La de la izquierza representa el año que dejamos, y está recogiendo estrellas, que representan los frutos del año anterior.
La mujer de la derecha representa al año que está por venir, está sembrando para recoger frutos. Simboliza los nuevos comienzos y los propósitos de año nuevo.
El ojo del centro lo he dibujado como homenaje al dios Jano, el que custodia el universo y todo lo ve.
Marta